Octubre trae consigo una de las celebraciones más esperadas del otoño: Halloween. Más allá de los disfraces y los caramelos, esta fecha es la excusa perfecta para transformar el hogar con una decoración única que mezcla lo terrorífico con lo acogedor. Los colores clásicos, naranja, negro y morado siguen siendo protagonistas, aunque cada año aparecen nuevas tendencias. En 2025 destaca el minimalismo: calabazas blancas, velas estilizadas y pequeños detalles metálicos en dorado o cobre permiten crear ambientes elegantes sin perder la esencia de la festividad. También cobran fuerza los elementos naturales: ramas secas, hojas otoñales y calabazas reales se integran en centros de mesa, coronas o rincones especiales. La iluminación juega un papel clave, con guirnaldas de luces cálidas, faroles y portavelas para lograr atmósferas misteriosas y acogedoras. Para los más creativos, la decoración DIY es una alternativa divertida y económica: tarros reciclados convertidos en linternas, calabazas pintadas con motivos originales o siluetas de murciélagos en las ventanas son ideas sencillas que incluso los niños pueden disfrutar. En definitiva, Halloween es la oportunidad perfecta para dar rienda suelta a la imaginación y conseguir que la casa se convierta en un escenario mágico donde celebrar la noche más especial del otoño.